UN GIRO INESPERADO... (D&H)

HOLA ESTA ES MI PRIMERA HISTORIA Y ESPERO LES AGRADE, LES PROMETO QUE HABRÁ VARIAS SORPRESAS, Y COMO LO DICE EL TITULO, UN GIRO INESPERADO.. ESTO ES REALMENTE LO QUE SUCEDERÁ

UN GIRO INESPERADO… (H&D)


CAPITULO I

Era el inicio de clases en el colegio Howarts de Magia y Hechicería. El andén 9 ¾ como todos los años estaba repleto de alumnos de todos los años.- El regreso a clases no era bien esperado por todos como era de esperarse, sobretodo después de unas largas vacaciones de verano, aunque todo mundo compartía la misma emoción por volver a ver a sus amigos, y por contar sus aventuras o relatos sobre el transcurso de sus vacaciones. El ambiente que se respiraba era de alegría y reencuentro, sobre todo para los alumnos de 5º año, ya que este año sería muy importante para ellos pues realizarían los exámenes de los TIMOS.

- ¡Harry! – gritó una chica desde lo lejos, agitando su mano a lo alto para que pudiera verla entre la gente. Su cabello castaño recogido en una coleta, hacía verla más bella que nunca, dejando caer unos de sus mechones ondulados sobre sus hombros, se trataba de Hermione Granger, y por lo visto le habían sentado muy bien las vacaciones, pues se veía más hermosa que nunca.- su diminuta cintura hacía verla mas delgada de lo normal, sus caderas se habían ensanchado y tenían la medida perfecta, y sus esculturales piernas resaltaban mucho más bajo una diminuta falda de mezclilla y un estraple negro que dejaba al descubierto unos hombros desnudos. Su rostro aunque aun seguía teniendo esa expresión de niña tierna y dulce, ahora poseía una brisa de sensualidad y erotismo, sus labios de un rosado natural encantador y su mirada tan pura e inocente a la vez, lograban capturar todas las miradas a su alrededor.
- ¡Hermi! …¿pero que te ha pasado?, te vez, te vez…HERMOSA. – dijo el famosísimo Harry Potter, intentando no parecer muy emotivo y abrazando de inmediato a su mejor amiga.
- Creí que ya era tiempo de un cambio, además Ginny ayudó un “poco”, jajajaja…
- Ya decía yo que ella estaría involucrada en todo esto. Jaja… pues ha hecho un grandioso trabajo.
Hermione adquirió rápidamente un tono rojizo en sus mejillas, e intentó ocultarlo mirando a los lados como buscando a alguien.

- ¡Mira ahí están Ginny y Ron! – dijo Hermione viendo llegar a sus amigos.
- ¡Hola chicos, ¿como están?! – dijo Ginny saludando a Hermi y Harry con un beso en la mejilla a cada uno. Cada uno respondiendo de igual manera con su amiga.
Ron no dejaba de mirar a su amiga ni un instante, no podía creer lo que sus ojos veían, realmente era Hermione o se trataba de alguna alienígena que tomó su cuerpo y la remplazó, pues lucía espectacular. Ron ocultaba ya durante varios años lo que sentía por ella, se había enamorado de Hermione pero aun no era capaz de decírselo, él mismo se consideraba un cobarde, y había perdido la esperanza de algún día poder confesárselo, pero al verla tan hermosa, se dio cuenta que no podría ocultarlo por mucho tiempo más…

- ¡Recuerda que este año es muy importante para ti! – dijo esto más para si mismo que para su hijo. - ¡No me decepciones!, sabrás de mi cuando sea el momento, hasta entonces, no hagas nada estúpido, ¡entendiste! – dio unos pasos atrás esperando su partida. Su mirada era fría y su semblante no expresaba sentimiento alguno. Pero él ya estaba acostumbrado, él mismo era como su padre, una replica perfecta de ese ser que sin duda alguna, nunca en su vida profirió una palabra de cariño o apoyo.
Su madre Narcisa Malfoy se acercó a él y le dio un frívolo abrazo a su único hijo, que ahora era mucho más alto que ella. Este correspondió de la misma manera.

- No decepciones a tu padre, sé que será muy fácil para ti, eres muy hábil y fuerte, so… solo… “ten cuidado” – dijo esto último con un tono de nerviosismo y afecto. – adiós hijo mío. – esa fue la despedida más emotiva de su vida, pero él no reaccionó ante esta pequeña muestra de cariño, su mirada poseía la misma frivolidad que su padre. Así había crecido y nada haría que esto cambiaria.

El chico, no tan chico ya, se alejó de sus padres y se unió a sus “amigos” y grupo de admiradoras, que estaban ya esperándolo para entrar al expreso.
Draco Malfoy se destacó desde el primer momento en el que puso un pie sobre Howarts, no solo por su actitud de superioridad y arrogancia, sino porque desde hacía ya varios años era considerado el chico más apuesto del colegio, pero definitivamente durante el tiempo que estuvo de vacaciones cambió notablemente, su estructura ósea era mucho más definida, sus hombros y brazos perfectamente firmes y musculosos, su abdomen duro como una roca, sus rasgos faciales estaban mucho más denotados, y una barba pequeña se asomaba por toda su mandíbula haciéndolo lucir mucho mayor. No era por nada que todas las chicas el colegio quisieran con él.

Pasadas ya unas horas del camino la profesora Mc. Gonagall llegó hasta el compartimiento donde se hallaban Harry y sus amigos, tocó y entró.

- ¡Hola chicos, me alegra verlos nuevamente! – dijo Mc. Gonagall con su tono muy común que le caracterizaba de cordialidad y cortesía. – Tengo algo importante que comunicarles. – Todos la miraron muy atentamente preguntándose que sería lo que tendría que decirles. – Como saben, - empezó - Todos los años seleccionamos a un nuevo prefecto para cada casa, y esté año a solicitud mía y de otros profesores, hemos hablado a favor de ti Hermione – dijo dirigiendo la mirada exclusivamente a ella. – Con nuestro director Dumbledore y él gustosamente acepto a que fueras tú la prefecta de Griffyndor. – ¡Felicidades! – dijo cortante y extendiéndole un pergamino a sus manos. – Bien, los veré en la cena de bienvenida, hasta luego – Su cara esbozó una sonrisa y salió dejándolos solos
- ¡Por Merlín Hermione…! ¿Tú?… ¿prefecta? – dijo Ron con un tono de incredulidad y sorpresa. –Aunque muy dentro de su cabeza sabía que ella era perfecta para toda acción que le impusiesen.
- ¿Qué dice el pergamino? – preguntó Harry poniendo atención a lo que acababa de recibir su amiga, pero Hermione ya se había adelantado a su pregunta y estaba leyendo lo que tenía en sus manos.
- Dice que tengo que dirigirme dentro de 5 minutos al compartimiento número 3 para reunirme con los otros nuevos prefectos y recibir instrucciones antes de que lleguemos a Hogwarts – dijo la chica aun sorprendida por la reciente noticia.
- Pues me alegra que hallas sido tú y nadie más, todos aquí sabemos que tú eras la más indicada para eso, ¿no es cierto Ron? – dijo Harry dirigiéndose a su mejor amigo, que en esos momentos miraba fijamente la ventana.
- ¡He! Claro... ¿quien más podría ser?, felicidades Hermi… dijo muy secamente esto último. –La reacción que había adquirido Ron a tal noticia se debía a que había escuchado rumores que el prefecto de la casa de Slytherin sería ni más ni menos que Draco Malfoy… y esto no lo tenía muy tranquilo que digamos.
- ¡Si Hermi, felicidades! – dijo Ginny abrazando a su mejor amiga.
- Gracias chicos, bueno será mejor que me adelante, los veré cuando vuelva – les sonrió dulcemente y con esto salió del compartimiento para dirigirse con los demás prefectos de las otras casas.

Has empezado bastante bien Ü
La verdad me gustó mucho n.n
Espero que sigas pronto con la historia aunque te aconsejaría que no te pasaras con la descripción de Hermione porque creo que la haces ver demasiado perfecta, y no querras hacer que parezca una Mary Sue, no?

Por lo demas esta muy bien, espero la continuación con impaciencia ^^

Besos!
Jakie.

hola niñas, mil gracias por sus comentarios y gracias bonnie por tus consejos, ya los correjí jiji, thanks.. bueno ahora pongo un poco más

Genial!! otro capi!! n.n

- Gracias chicos, bueno será mejor que me adelante, los veré cuando vuelva – les sonrió dulcemente y con esto salió del compartimiento para dirigirse con los demás prefectos de las otras casas.

Cuando llegó al lugar determinado solo faltaba el prefecto de la casa de Slytherin para completar el cuarteto, en la casa de Hufflepuff habían elegido a una chica que Hermione no conocía, solo había cruzado varias veces con ella pero nunca se habían dirigido la palabra, poco después se dio cuenta de que se trataba de Susanne Guilmert, para la casa de Ravenclaw era un chico llamado Scott Whisop. Al poco rato llegó la profesora Mc. Gonagall.
- Me alegra que ya estén todos aquí – dijo mirando a los tres, y frunciendo el entre cejo dijo – parece que el prefecto de Slytherin llegará algo tarde, bueno, lo mejor será comenzar sin él, ya me encargaré yo de darle los anuncios personalmente… Ustedes han sido escogidos entre todos sus compañeros porque se destacan en una u otra cosa, este año no será como cualquier otro, se les encomendará una tarea extra, pero estamos seguros que la cumplirán con mucho éxito- al ver la expresión de admiración por parte de los prefectos se apresuró para continuar.- Y para no hacerme la interesante les contaré brevemente de lo que se trata. Este año tendremos invitados muy especiales en nuestro Colegio y como regalo por su presencia otorgaremos una fiesta en su honor. Y ustedes “cuatro” serán los encargados de los arreglos de tan magnifico espectáculo, no podemos esperar menos de ustedes, así que les sugiero que se esfuercen y saquen lo mejor de si para que el evento quede espectacular, tendrán que comportarse como un EQUIPO, y no debe de haber disputas entre ustedes sobretodo porque deben estar consientes que ustedes dan el ejemplo a los demás estudiantes ¿De a cuerdo?;
- Queremos que todo quede perfecto y deben esforzarse porque así sea. – los alumnos se miraron entre sí presintiendo que no saldría nada bueno de esto. ¿Quiénes eran esos misteriosos invitados? ¿de que se trataría ese evento?...
- Maestra Mc. Gonagall ¿puedo preguntar quienes son esos invitados tan importantes? – dijo Hermione con una expresión de duda e incertidumbre.
- Claro, se trata de personas muy influyentes para el mundo mágico y amigos muy queridos del profesor Dumbledore: Elfos.
- ¡ELFOS! Dijeron los tres al unisono. – Hermione había leído sobre ellos, y sabía que eran criaturas increíbles parecidas a los humanos, pero enormemente bellos y algo cerrados en cuanto a sus ideas y aislados del mundo, no tenía idea cuales eran las intenciones de su llegada a Howarts, pero eso no era lo más importante en esos momentos, por su cabeza la invadían ideas de lo difícil que sería presentar una ceremonia en honor a ellos.
- Maestra, y podemos saber ¿que es exactamente lo que haremos en su honor?- dijo Hermione tratando de despejar algunas de sus dudas.
- Por el momento no es muy claro aún que es lo más conveniente para ellos, sabemos que traerán consigo a varios estudiantes de sus comunidades elficas, los cuales son chicos como de su edad. El profesor tiene algunas ideas en mente, pero la decisión será de ustedes. Sé que es una gran responsabilidad, pero sabemos que la llevarán a cabo exitosamente. Bien, la fecha para la ceremonia en su honor debe ser el día de su llegada, exactamente el 21 de octubre. Bueno, dejaré que se pongan de acuerdo entre ustedes, los veré luego – y mirándolos por última vez antes de marcharse dijo- si tienen alguna duda ya saben donde pueden encontrarme, hasta luego.
Los chicos se sentaron desplomándose sobre los asientos analizando las últimas palabras de su maestra, “la fecha debe ser exactamente el día de su llegada, el 21 de octubre” faltaban menos de tres meses para esa fecha, ¿que se suponía que debían hacer?

- ¿Qué es lo que sugieren hacer? – dijo por fin la chica de Hufflepuff rompiendo el silencio. – no tenemos mucho tiempo para esa fecha y debemos organizarnos lo antes posible. No podemos darnos el lujo de perder más tiempo. – Hermione la miraba, no pensaba que esa niña tuviera tanta osadía, y al parecer se veía que era amable, no le costaría trabajo llevarse bien con ella. Era una chica delgada de estatura media cabello rubio y lacio, ojos azul cielo y usaba lentes que no le quedaban mal.
- ¿Qué les parece hacer una fiesta? ¿No estaría mal no creen? – dijo el chico a su derecha, era un chico delgado alto y buen mozo, de tez morena, cabello oscuro y ojos marrones. Hermione ya lo había visto antes en el equipo de quiddich de Ravenclaw.
- No es mala idea Scott, ¿pero que les parece interpretar una obra de teatro? – dijo Susanne – sabemos que siempre hay fiesta el día de halloween, y que es muy próximo a esa fecha, deberíamos hacer algo distinto esta vez.
- Eso me parece perfecto Susanne, algo nuevo y creativo llamará su atención, de eso no hay duda – dijo Hermione uniéndose a la conversación. Pero necesitamos una obra que llame la atención del público y de los elfos, ¿que les parece la obra de “la fierecilla domada” de William Shakespiare? – Susanne y Scott se miraron por unos momentos, era obvio que ellos no sabían de que obra se trataba, mucho menos del autor, Hermione al ver sus caras de confusión relató resumidamente la obra a sus compañeros, los cuales al terminar de escucharla aceptaron inmediatamente por la obra que ella había sugerido. //(Para los que tampoco la conozcan añado esta página que les relatará brevemente de lo que trata: http://es.wikipedia.org/wiki/La_fierecilla_domada#Personajes_principales)//.Se quedaron un tiempo más poniéndose de acuerdo y hablando sobre como se organizarían, Hermione quedó de mandarles una copia del libreto a cada uno para que la leyeran. Se despidieron y regresaron cada uno a sus compartimientos correspondientes. Hermione contó todo a sus amigos, cada uno de los cuales se mostró muy emocionado por la obra, y juntos prometieron ayudarla en lo que necesitara. Por las ventanillas ya alcanzaba a verse el enorme castillo, así que no tardaron mucho tiempo en colocarse sus habituales uniformes.
Entraron juntos al gran comedor, y como todos los años, el techo del salón había sido hechizado para dejar ver a un cielo que comenzaba a obscurecer, y por sobre sus cabezas, una luna llena brillaba más intensamente que nunca. La ceremonia de selección daba comienzo, los alumnos de nuevo ingreso eran nombrados uno a uno por el sombrero seleccionador para indicarles su casa respectiva, seguido de una ovación entera por parte de su nueva y única casa. Harry podía ver en cada uno de ellos su cara de nerviosismo y timidez, al igual que él mismo seis años atrás cuando llegó por primera vez en Howarts. Su vida dio un giró repentino desde aquel día. Y siempre lo recordaría con afición. Ron por su parte estaba desesperado porque terminara aquel evento y Dumbledor diera comienzo a la cena, tenía tanta hambre que su estomago no podría resistir un poco más, al fin terminó y pudo deleitarse con un puño de panquecitos, chocolates, frutas, jugo de calabaza, emparedados, pollo ahumado, y muchas cosas más. Y al parecer no era el único que estaba hambriento, todos a su alrededor comían cantidades exorbitantes.

- Para ser el primer día no estuvo nada mal. – dijo Ron acariciando su estomago, con fatiga – bueno chicos, si no les molesta iré a dormir, ha sido un grandioso día y no quiero estropearlo con nada, los veré mañana. – y salió en dirección a su dormitorio.
- Creo que yo también seguiré a Ron- dijo Harry. - Estoy muy agotado, las veré por la mañana chicas – dijo despidiéndose de ambas (Hermione y Ginny) dirigiéndose por la misma dirección que momentos atrás tomó su amigo.
- Vallamos a dormir un poco, estoy segura que mañana será un día muy interesante – comentó Ginny a su mejor amiga. – y créeme que por nada del mundo quiero perdérmelo. – rieron las dos.
- Aún no estoy muy cansada Ginny, creo que daré un paseo antes de acostarme, todavía es temprano y no creo que peeves (el poltergeist) valla a molestarme. Es una noche perfecta como para ser desperdiciada.
- Pues si verdad, quien como tu, ahora que eres perfecta ni a quien se le ocurra decirte nada. Jajaja. Bueno chica, te veré luego, diviértete.
- Descansa – dijo por fin Hermione y salió de la sala común.

Me encantó!! Y me gusta mucho la idea de lo de los elfos ^^
Es algo nuevo en los dramiones (ya que la mayoría de ellos son con lo de los Premios Anuales) y me encanta! xD!!

Besos,
Jackie.

Hermione salió a las explanadas del castillo, solo quería un rato para estar sola, el viaje había sido muy agotador, y quería un momento de tranquilidad para pensar, encontró el lugar perfecto recargada a un árbol junto al lago, tomó su cabello y lo sujetó con una cinta para formar una coleta dejando expuesto su delicado cuello. Se sentía orgullosa de si misma por ser la nueva prefecta de Griffyndor, sinceramente nunca pensó que la elegirían, siempre supo que Harry era mucho más capaz para adquirir esa autoridad. Así que esta noticia había surgido de sorpresa. Ahora tenía más ventaja sobre todos, no sería castigada como los demás, y podría salir por las noches. Comenzó a jugar con las luciérnagas que brillaban sobre su cabeza. Pronunciando un hechizo para formar en el aire su nombre con ellas. El lugar era muy relajante y despejaba las ideas de su cabeza, sentir el aire frío sobre su cara era una de las cosas que más le fascinaba, la noche se empezaba a poner más obscura cada vez, pero a Hermione no le importó, pensó que podría llegar hasta sus aposentos sin ser descubierta por nadie, y podría beneficiarse de su nuevo cargo como prefecta, y esto la impulsó a permanecer por algún tiempo más en aquel lugar.- De pronto las luciérnagas formaron en el aire la palabra: ¡hola!, Hermione se asustó y reaccionó levantándose de un salto de su sitio y mirando por todas partes para buscar al autor de este inesperado acto. Vislumbró entre la oscuridad de la noche a un muchacho alto y de cabellos rubios, no supo distinguir de inmediato de quien se trataba pues la única luz que lo iluminaba era la luna llena que brillaba intensamente por sobre sus cabezas. El chico dio unos pasos adelante y…

- ¡¡¡¡Draco Malfoy!!!! – dijo Hermione mirando atónita a aquel muchacho que en esos momentos la miraba fijamente a los ojos. – ¿pero, que es lo que estas haciendo aquí?, N..oo, no deberías de estar aquí, – dijo titubeando - No se te está permitido salir a estas horas de tu casa. – dijo tratando de imponerse un poco.
- Así es como saludas a todo mundo, - dijo Draco riendo fríamente. – ahora entiendo porque no tienes amigos, más que al estúpido cara rajada y el pobretón de Wesley.
- No los llames así, no tienes derecho – dijo Hermione subiendo su tono de voz.
- Quien me lo va a impedir, ¡Tú! – dijo resaltando esto último haciéndolo notar como si se tratase de alguien insignificante que se encontraba a su lado.
- ¡Si, YO! – dijo dando un paso adelante, dentro de ella había un debate de cómo debería actuar en esos momentos y no parecer débil, y dijo lo primero que creyó lo mas conveniente – Tendré que acusarte con el jefe de tu casa, ahora soy prefecta – dijo imponiéndose. –y estoy por sobre encima de ti. Y si no quieres que te reporte te recomiendo que te largues de aquí Malfoy – dijo amenazante.
- Pues parece que tenemos un dilema aquí, ¿no lo crees tú? – dijo dando unos pasos adelante, haciendo que Hermione retrocediera y chocara con el enorme árbol que se hallaba a sus espaldas.
- A que te refieres Malfoy – dijo con la voz más dura que pudo salir de su boca, quería aparentar ser mucho más madura y fuerte ante él, no sabía porque tenía que demostrarle algo a ese tipo, pero una parte de ella quería hacerlo.
- Pues verás Granger – al decir esto se acercó aun más y colocó uno de sus brazos por un lado del rostro de Hermione, recargando su peso y adquiriendo una postura muy varonil. – lo que pasa es que… yo también soy prefecto – al decir esto Hermione lo miró sorprendida, realmente nunca se imaginó que Malfoy fuera el prefecto de su casa, lo consideraba el menos indicado para el trabajo, pero al parecer se había equivocado. Estaba consiente que sacaba buenas notas, claro, pero ella siempre pensó que se debía a que hacía trampa y claro por recibir la ayuda de su “queridísimo” papá, (cuya idea aun no cambiaba en nada), pero Malfoy, ¡Prefecto de su casa!, realmente debería haber algún error. – Que te pasa Granger parece que viste un fantasma, o es que estas celosa por mí.
- ¿Lo arrogante y fanfarrón lo tienes por naturaleza verdad?, pensó Hermione para sus adentros. – Eso desearías Malfoy, pero yo nunca sentiré celos de una criatura tan abominable como lo eres tú. – estaba empezando a incomodarse por estar en esa situación y sobre todo de tenerlo tan cerca, no sabía porque este chico podía conseguir ponerla tan nerviosa como lo estaba en esos momentos. ¡Pero por Merlín!, si se trataba únicamente más que de Draco Malfoy, el chico más pedante del planeta. Tenía que recuperar la compostura enseguida.
- ¡Bueno, entonces haz lo que desees! – y comenzó a caminar en dirección al Castillo; Cuando de repente una mano la atrajo hacia sí tomándola por la cintura fuertemente incapacitándola para abandonarlo.
- ¿Pero porque tan pronto?, creí haberte escuchado decir que podía hacer “lo que me plazca”. Y justo ahora estaba empezando a divertirme. – y dicho esto la atrajo con mayor fuerza, haciendo que esto los acercara aun más y dejando tan solo unos centímetros de distancia entre sus bocas.

buenisimo!!
sigue prontito!! :D
besitos chau

Draco Malfoy era de ese tipo de personas que están consientes de su aspecto y el efecto que éste causa en la mayoría de las mujeres, y disfrutaba sacarle el mayor beneficio. Cuando caminaba por los pasillos del colegio oía murmurar “Draco Malfoy es el chico más atractivo de todo Howarts”. Y con tan solo mirarlas a los ojos podía generar prolongados suspiros. Su personalidad poseía un grado excesivo de confianza, superioridad, altanería, arrogancia, orgullo y prepotencia. Sabía como comportarse con las mujeres, y conseguía tenerlas a su disposición para cuando el deseara. Y todo esto le resultaba de lo más sencillo.

La reacción de Hermione no fue inmediata, tardó unos segundos en distinguir lo que estaba pasando. Draco Malfoy se encontraba tan solo a unos centímetros de distancia de la chica, y la proximidad de sus cuerpos no le permitía pensar con claridad, se hallaban totalmente solos en los terrenos del castillo a orillas del lago. Sus miradas se unieron durante unos segundos que a cada uno le pareció una eternidad y..
Draco la soltó con la mano izquierda y la puso suavemente en la parte posterior de su cuello, haciendo que la chica se estremeciera al sentir el contacto directo con su piel. Esta reacción hizo que el chico no supiera bien que hacer, nunca antes le había sucedido esto con alguna otra al sentir el menor contacto. Se había dado cuenta que Hermione Granger nunca antes había experimentado nada semejante, ni siquiera podía estar seguro si antes la habían besado ya. Pero este era el momento perfecto para averiguarlo, pensó, y eliminando toda distancia entre los dos, beso a la chica con toda la dulzura y gentileza que pudo, podría decirse que hasta con cierto grado de sinceridad. Ambos cerraron los ojos dejándose llevar por ese instante en el tiempo y el cual recordarán con cariño por el resto de sus vidas. Draco no comprendía que fue exactamente lo que pasó, por primera vez no había pensado en su propia satisfacción, por primera vez le importaba lo que otra persona sintiera, no quería ser brusco con Hermione como con las demás, y quiso que ese momento fuera especial para ella. Se miraron a los ojos y ninguno de los dos supo que hacer ni que decir. ¿Realmente se habían besado? Era Hermione Granger una asquerosa sangre sucia, lo que toda la vida despreció desde niño sin importar género o edad. Todos ellos eran iguales, tan solo escorias humanas.
Hermione por su parte estaba saliendo de su ensimismamiento. Pero que estaba pasando, era Draco Malfoy su peor enemigo, la persona más detestable y odiosa del planeta. No podía permitir que se burlara de ella como tantas otras veces, ¿Cómo pudo dejar que esto pasara?. Retiró rápidamente la mano de su cintura bruscamente y con toda la fuerza que pudo le dio una fuerte bofetada a su enemigo, dejándolo totalmente perplejo, quien no esperaba esta reacción.

- Eres un estúpido Draco Malfoy. – y la chica se alejó dando grandes zancadas que resonaban sobre el pasto húmedo.

Draco la vio alejarse hasta perderla de vista al entrar al castillo, estaba lleno de rabia, esto no se quedaría así, tendría que hacerla pagar por abandonarlo antes que él lo hiciera con ella. Como se atrevía esa sangre sucia a dejarlo, Con todas sus conquistas el siempre fue el que las dejaba, y aun así lo seguían buscando, rogándole volver. ¿Y Granger una simple hija de muggles, inferior a todos y a todo se atrevía a dejarlo? había herido un punto que nadie antes había tocado, SU ORGULLO. Y tendría que pagarlo.