El album de fotos

Apenas Willow había tocado el pomo de la puerta, esta se abrió sin un ruido y se encendieron las velas de la entrada. Esta empujó el baúl con una mano mientras en la otra sujetaba la jaula en la que estaba su búho y dejo ambos cerca de la puerta. La cerró despacio, colgó la túnica de un perchero y dio una vuelta sobre si misma, situándose de nuevo…hacía mucho que no estaba en esa casa, pero parecía que nada o casi nada había cambiado en ella. Entro por la puerta de la derecha, la que daba al salón. Un sofá y dos sillones, una mesita y estanterías por todas las paredes. Las pesadas cortinas estaban cerradas. Subió por las escaleras a la segunda planta… la primera puerta era un baño… ni la abrió. La siguiente era su antigua habitación… aún estaba el cartel que había escrito cuando era pequeña pegado en la pared. Respiró hondo y entró.

Nada había cambiado allí… la cama debajo de la ventana, el armario empotrado, sus dibujos por las paredes, un par de peluches tirados por el suelo. Se sentó en la cama y abrió las cortinas. Podía ver la calle desde ahí.

Poco a poco anocheció… todo estaba muy solitario y willow se tumbó en la cama. Estaba a punto de bajar para abrir la jaula de Crowley, su búho, cuando, al apoyar meter la mano debajo de la almohada, descubrió que había algo…resultó ser un álbum de fotos bastante usado. Se preguntó que haría allí y porque nunca lo había visto antes. Abrió la primera página y leyó:

“Para Helena… ¡te quiero mucho guapa!.... me pareció un álbum de fotos muy original así que lo encargué… ¡¡¡espero que te guste!!!...
Fdo: Lily”

willow puso una cara un tanto extraña… ¡así que su madre y la de Harry habían sido amigas! Pasó la pagina y vio una foto de dos chicas… una tenía el pelo rubio y la otra pelirrojo… ambas tenían los ojos verdes… debajo estaba escrito el nombre de Lily y el de su madre. Tendrían unos 13 años cuando se saco la foto… más o menos como ella. Pasó la mano sobre la pagina y sintió una pequeña descarga… todo se hizo borroso.





Estaba de pie en la sala común de gryffindor... La reconoció al instante, aunque no reconoció a la gente ni sabía como había llegado hasta allí. Iba a preguntarles a algunas de las personas que la rodeaban cuando notó como una chica la atravesaba como si se tratase de un fantasma… A Willow le entró el pánico y subió corriendo las escaleras hacia el que era su dormitorio llamando a Hermione a gritos… no llegó muy lejos… una extraña fuerza no la dejaba alejarse… entonces oyó una voz conocida. Se giró y vio a su madre… tal y como la había visto momentos antes en la foto. Se preguntó si ella podría verla.

Helena estaba sentada en una butaca hablando con Lily… y sentados en el suelo vio a cuatro chicos… las caras les resultaban conocidas…se acerco para mirar a uno de ellos…se dio cuenta de que nadie la veía, así que se acercó más. De repente dio un salto… ¡Era Lupin! ¡Tenía que ser él!...entonces... los demás…

Dio una vuelta a su alrededor… el del pelo negro tenía que ser James... era clavadito a Harry… y el que estaba a su lado tenía que ser Sirius… aunque realmente no se parecía al demacrado hombre que ella había conocido... y el otro tenía que ser Peter…

Se giró y volvió a mirar a su madre, que charlaba con Lily… ninguna de las dos hacía mucho caso a dos pares de ojos que las miraban… los de Potter… y (Willow se quedo con una cara extraña llegados a ese punto) los de Lupin.

Willow se sentó en el suelo, apoyada a la pared, poniendo en orden sus pensamientos…no sabía que hacía allí, ni porque nadie la veía. Y lo peor... no sabía como iba a salir de allí. Se intentó calmar…y así, poco a poco fue oyendo lo que estaban hablando todos. Lily y su madre comentaban cosas acerca de la semana y James contaba a los demás (sin dejar de mirar a Lily…) como había ido el último entrenamiento de Quidittch.

Se levantó y se acercó a la ventana que tenía encima y vio el lago y los alrededores… apenas habían cambiado. De repente noto la misma fuerza que antes no le había dejado subir a los dormitorios, tan solo que ahora le empujaba a la puerta de la común. Vio que ese instante su madre estaba saliendo con Lily “Probablemente tenga que seguirla”-pensó. Y la siguió.

Al principio, mientras recorrían los pasillos de Hogwarts, Willow esquivaba a la gente más por costumbre que por otra cosa, aunque finalmente optó por dejar de hacerlo y, así, caminar al lado de las dos chicas.

-¿Sabes?-decía Lily- Antes James me caía muy bien, pero es que lleva una temporada muy pesado
-Ya... no para de babear detrás tuya-sonrió- Por cierto… ¿acabaste el trabajo de encantamientos?
-No…aún no-Habían llegado a las puertas y salieron afuera. Se cruzaron con un grupo de chicas de Ravenclaw que las saludaron.
-Bueno, pus habrá que ponerse a ello…porque tenemos que entregarlo el martes.- En ese momento willow vio a un chico que se movía en dirección al castillo, con varios libros en la mano. Pasó casi rozándola, con la cabeza fija en el suelo- ¡Hasta luego!- Saludo Helena. El chico ladeo un poco la cabeza, algo extrañado, y el pelo negro se apartó un poco de su cara- Adiós…-murmuró.

-Helena-le dijo Lily en voz baja- ¿Ese no es…?
-Si, es Severus- willow dio un brinco e intento darse la vuelta para verle mejor, pero este ya se había alejado muy rápidamente.
-Pero antes no hablabas con él ¿no?
-Si… bueno ya, pero es que el viernes, el profesor de pociones habló conmigo y a partir de ahora me siento con él.
-OK-sonrió

En ese momento habían llegado a un árbol a la orilla del lago y se sentaron en él, sacaron unos pergaminos y las plumas y se pusieron a acabar el trabajo pendiente.
willow se sentó cerca de ellas y aprovecho para observarlas más de cerca… se sentía muy extraña y aún seguía pensando en como saldría de donde se supone que estuviera.

Poco a poco fue anocheciendo y, cuando las dos chicas ya estaban recogiendo los pergaminos con una sonrisa en sus caras por haber terminado ya, las puertas del colegio se abrieron y dos figuras salieron de él. Lily levantó la cabeza y dio un golpecito en el hombro a Helena.
-¡Mira!-le dijo- ¿No es la señorita Pomfrey con Remus?
-¡Si!, es verdad…siempre me pregunte a donde se iría una vez al mes… ¿le seguimos?-Willow sonrió para sus adentros... claro... ellas no sabían que era un hombre lobo…pobre Lupin…
-No se-contestó Lily- ¿no nos meteremos en un lío?
-Solo quiero saber a donde van… nada mas-se colocó la mochila al hombro-¿Vienes?
-Puff… creo que paso…
-OK…nos vemos luego…-Lily se marchó en dirección al castillo y Helena se escondió detrás del árbol en el que estaban….pues iban a pasar cerca de ella.

Willow vio como Lupin acompañaba a la señorita Pomfrey hasta el sauce boxeador y se preguntó si su madre descubriría lo que era Lupin. Esta les siguió disimuladamente y justo cuando ya habían desaparecido y Helena estaba a punto de llegar al sauce boxeador, Willow notó como alguien la atravesaba y ese alguien ponía la mano en el hombro de Helena.

-Señorita Sunshine -Dumbledore estaba muchísimo más joven. Willow se coloco en frente a ambos para mirarle mejor.- ¿No es un poco tarde para andar por aquí?
-Señor…discúlpeme-esta agacho la cabeza-ya me iba…-Dumbledore sonrió.
-Permítame que la acompañe a dentro.

De repente, una especie de niebla envolvió a Willow, que intento seguir a su madre y a Dumbledore, pero se notaba cada vez más y más pesada, hasta que ya no vio nada.
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¡Espero comentarios ^^!

Capítulo II


Estaba de nuevo en su cuarto… y se sentía mareada, así que abrió rápidamente la ventana intentando aguantar las nauseas a la vez que ponía en orden su cabeza.

-¿Willow? ¿Estas ahí?
-Huy….-cerró la ventana y se tumbó en la cama haciéndose la dormida… ya se enfrentaría con la realidad más tarde…Oyó el ruido de pasos subiendo por las escaleras, se colocó mirando a la pared y entonces notó que el álbum de fotos estaba en la cama. Lo guardó debajo de la almohada y en ese justo momento se abrió la puerta. Willow oyó un pequeño golpe y el ulular de Crowley.
-¿Willow?-se acercó a ella y al notarla dormida le pasó una manta por encima y se marchó cerrando la puerta con suavidad. Esta esperó aún unos minutos sin moverse, hasta que ya no oyó ruido en el piso superior.

Se levantó de la cama y entreabrió la puerta…vio que la luz de la sala estaba encendida y volvió a cerrar la puerta. Al pasar cerca de Crowley este se animo, pensado que Willow le sacaría, pero le hizo callar… quería revisar tranquilamente el álbum de fotos otra vez.

Se sentó en la cama y con un gesto de la mano se encendió una pequeña luz… sacó el álbum y lo abrió con cuidado. Volvió a ver la foto… aunque ahora había algo escrito debajo:

¿A dónde narices va Remus cada mes?... ni James ni Sirius me lo quieren decir… y ya me empiezo a mosquear… cuando vuelva se lo preguntaré… o puede que se lo intente sacar a Peter… esto es muy raro…

Después de leer ese fragmento se fijó en algo que antes no había visto… un trozo de papel pegado a la hoja…iba a cogerlo para desdoblarlo cuando, al acercarse notó una sensación extraña, como cuando tocó la foto… decidió alejar la mano…primero quería descubrir como funcionaba el álbum… le escribiría a Hermione por la mañana..puede que ella supiese algo y, si no, se encargaría de averiguarlo. Se tapó con la manta, guardo el álbum y se durmió.

Crowley le dio la espalda…estaba enfadado…
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Comentarios plisss!

Anda!! Me encanta! ^^ Willow,es un nombre un poco raro... pero me gusta! xD
Tienes algo asi como un resumen de la historia??

Bueno,espero que la sigas pronto n.n

Besos!

Jackie.

gracias por pasarte!! P= pues si, Willow es un nombre rarito, pero lo propuso un amigo y me gusto...XD

el resumen... digamos que es la propia historia de Willow, desde los 14 años, al ser una amiga de el trio, y como descubre cosas del pasado de la madre y de su propio pasado.

hehehe

besos!

Y descubrimos donde vive willow!! mwahahah
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Willow se despertó tarde, la luz del día le daba en la cara y según el reloj de la muñeca era la 1. Tardó en situarse. Se levantó y dio unas vueltas por la habitación, sacó a Crowley e “hizo” la cama…vamos, que extendió la manta un poco. Al hacerlo palpó el álbum y recordó que pensaba escribir a Hermione… así que sacó una pluma y un pergamino de su baúl (se lo habían subido ayer) y comenzó a escribir.

¡¡Hola!!
¿Qué tal te van las vacaciones? Espero que bien… Te tengo que hacer una pregunta… He encontrado un diario muy extraño… te deja entrar en los recuerdos de la persona que lo tuvo… solo quería saber si sabes algo de ellos y que si es así, por favor, me contestes rápido. Ahora no te puedo contar más, pero te prometo que más adelante lo haré.

¡Nos vemos en los mundiales!

Willow

La dobló y la ató a la pata de Crowley, que como seguía enfadado por haberse pasado una noche entera en la jaula, se revolvió bastante y estuvo a punto de darle un picotazo. En silencio abrió la ventana y le murmuró: busca a Hermione anda. Cerró la ventana y escuchó.
No se oía nada en la casa, aunque Willow sabía que no estaba sola, y por una parte esa sensación le gustaba. Salió de la habitación y decidió bajar abajo…tenía mucha hambre.

-Hola… ¿Dormiste bien?- Willow giró la cabeza hacia la sala…Estaba sentado en un sillón y tenía un libro apoyado en las rodillas…sonreía, con esa sonrisa tan suya, apenas reconocible que Willow llego a apreciar en un momento.
-Buenos días prof…-miró al suelo, la situación era bastante extraña-¿Severus?-acabó la frase con un tono de duda.
-Si…mejor así. ¿Necesitas algo?
-Oh, no, no-se escabulló a la cocina rápidamente-¡Recuero bien donde está todo!-terminó desde allí.
-Cualquier cosa, me la pides ¿Vale?
-¡Si, si!

Se sentó en la mesa de la cocina. La verdad es que nunca había pensado en que decir llegados a este punto. Encontró una caja de galletas en un armario y se sentó a comerlas. Recordó la conversación que había tenido con Dumbledore antes de que se acabase el curso y recordó que estaría bien en esa casa. Pero nadie le había preparado para enfrentarse a tantos recuerdos…era injusto. Decidió que estaría mejor sola durante un rato e iba a subir a su habitación cuando, al meter la mano en el bolsillo del pantalón, encontró una hoja de papel donde había escrito el teléfono de Harry y de Hermione. Decidió que llamaría a Harry, eso les animaría a los dos, aunque ella no podía quejarse realmente.

Se dirigió a la puerta, miró hacia la sala, donde Snape seguía leyendo y parecía que no se daba cuenta de nada, miró cuanto dinero muggle suelto tenía, y salió sigilosamente. Sabía que había una cabina a la vuelta de la esquina.

Gracias por el resúmen ^^ la historia se hace cada vez más interesante! jeje...
Willow vive con Snape? soy la única que piensa que eso es raro??
xD y los padres de Willow?? Oo
Siguela pronto que necesito respuestas! xD!!

Besos
Jackie.

hehe, bueno, no es que viviese ahí toda su vida, pero vemos que sí que ya había vivido ahí. y dumby decidió que volviese... jujuju adoro a snape!

uhm... ok,ok... xD pero aun sigo algo confusa jeje...
espero que la sigas pronto!

Jackie.

Recorrió la calle rápidamente hasta la cabina telefónica. Por el camino se tropezó con varias personas, todas ellas parecían completamente normales. Metió unas monedas en la ranura y marcó el número de Harry. Tras varios pitidos, una voz contestó. Era una mujer.

-¿Diga?
-Hola… buenos días, ¿Está Harry?-Willow notó como la mujer se ponía tensa.
-Si… ¿Quién es?
-¿Podría ponerse, por favor?-Willow se concentró en sonar convincente- Es importante
-Un momento, por favor. ¡¡Harry!!- Willow esperó un poco, y al rato oyó la voz de Harry al otro lado de la línea.
-¡Hola Willow!, ¿Cómo te las has arreglado para que no me riñesen por dar este teléfono?
-Ah…bueno, digamos que tengo mis recursos-sonrió para si.
-Vale, pues espero que nunca los uses conmigo.
-No podría, solo funciona con muggles… tu te darías cuenta de que intento manipularte.
-Respiro tranquilo. Bueno, ¿querías algo?
-Necesitaba hablar con alguien y…-Harry la interrumpió.
-Pero... ¿donde estás? Dumbledore no nos quiso decir porqué no venías en el tren hasta Londres.
-No te preocupes, estoy bien.
-Si, ya…pero ¿Dónde?
-Digamos que… en un pueblín bastante mono lleno de muggles, casi como tu.
-¿No nos lo vas a decir?
-Lo siento… puede que cuando nos veamos en los mundiales, ya os lo pueda contar-mintió.
-¡Es verdad!, ¡los mundiales!-había conseguido desviar la atención de Harry.- ¡tengo unas ganas de ir tremendas!, aunque aún no se como iré, porque, bueno, ya sabes, mis tíos no me van a llevar-se rió.
-No te preocupes, seguro que cuando el señor Weasley nos invitó ya había pensado en eso. Y, por cierto… ¡no tengo ni idea de que te voy a regalar por tu cumpleaños! Si consiguiese la manera de ir al callejón diagon…
-Nah, cualquier cosa será mejor que nada.
-Bueno, entonces seguro que acierto. Oye, le mande una carta a Hermione esta mañana, pero si eso, cuando vuelva Crowley, te mando una a ti, para mantenernos en contacto ¿vale?
-Si, así por lo menos no pensare tanto en mis tíos. ¿Tú crees que Hermione podría convencer a sus padres para que la dejasen venir a hacerme una visita?
-Puedes intentarlo… Oye, que se me está acabando el suelto, si eso te llamo otro día o ya hablamos por carta ¿vale?
-OK, me alegro de que llamases, ¡adiós!
-¡Hasta luego! Y ¡suerte con tus tíos!
-Gracias…- Willow colgó y cogió las pocas monedas que le sobraron.

Comenzó a caminar a lo largo de la calle. Había varias de esas típicas tiendas de pueblo en las que vendían de todo, aunque también se topó con un par de tiendas de electrónica que no recordaba. Se acercó a uno de los escaparates, hacía tiempo que no tenía contacto con la tecnología muggle, aunque siempre le había gustado. Cuando era pequeña se había hecho con un discman de segunda mano y todas las noches, antes de dormirse, escuchaba un par de discos que le habían regalado. Entonces, reflejado en el escaparate, vio una figura detrás de ella. Se dio la vuelta rápidamente y notó como el chico sonreía

-¿Willow?

Otro capítulo más!! Me encanta!! ^^

siguela pronto! Besos!

muchas gracias por todos tus comments!! y como estaré unos días fuera te dejo un capi dedicado más largo..kukuku!

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-¿Eres tú, Willow?
-¡Danny!-se abrazaron-no nos veíamos desde hace…hace…
-5 años…
-¡Dios!, ¡has cambiado muchísimo! ¡No sé ni como te he reconocido!
-Lo mismo digo…estás muy…alta-se rieron.
-Tu también, tu también. Me gusta como te has dejado el pelo-le apartó un mechón que le caía por la mejilla.-por cierto… siento que no pudieses venir.
-Bueno, ya sabíamos que tenía pocas posibilidades de ser mago-sonrió amargamente.-mis abuelos y toda mi familia son muggles, solo mi madre es maga… ¡Va! Que le voy a hacer. Hablemos de ti. Seguro que tienes cosas más interesantes que contarme que yo a ti. ¿Cómo es que no viniste antes? Te eche bastante de menos…
-Bueno, estos veranos me mandaron a una casa…pero decidieron que este estaría bien aquí. Además, te juro que pensé que no te acordarías ya de mí.
-Pues ya ves que no…oye, tengo muchísimas ganas de hablar contigo, pero trabajo en la tienda de mi tío-movió la cabeza señalando la tienda delante de la cuál estaban- y hace 10 minutos que tendría que estar ahí dentro. ¿Qué te parece si quedamos por la tarde y me lo cuentas todo?
-¡OK! ¿a que hora quieres que me pase por aquí?
-¿Qué te parece a eso de las 7? A esa hora ya me dejara salir-sonrió
-¡vale! A las 7 aquí-le dio un beso en la mejilla y se marchó en dirección a “su” casa rápidamente.

Abrió la puerta lo más silenciosamente que pudo, pero al pasar a la entrada notó que no había nadie. “perfecto”-pensó. Mientras volvía para casa había pensado que no le pasaría nada por echar otro vistazo a los recuerdos del diario. Así que subió rápidamente a su habitación y, por si acaso, echó el pestillo, si Snape volvía y veía el pestillo echado, pensaría que estaría durmiendo y la dejaría tranquila.

Se sentó en la cama y sacó el diario. Lo abrió y vio el trozo de papel pegado. Se fijó en que era un trozo de un horario. Paso la mano por encima y todo se nublo.

Estaba de nuevo en la sala común, justo delante suyo estaba su madre, discutiendo con James y Sirius.

-¡Vosotros sabéis donde esta Remus!- era extraño, porque discutían en bajo, para que nadie se fijase en ellos- ¿Qué es lo que pasa que no me puedo enterar?
-Por favor Helena, cállate ¿vale?-se les notaba que no querían hablar
-¡No! ¡No me callo, porque Remus también es amigo mío y creo que tengo derecho a saberlo!
-¿Se te ha ocurrido pensar, que puede que Remus no quiera que lo sepas?- Helena miró con odio a James e iba a sacar la varita, cuando de repente, cambió de opinión y salió corriendo de la sala común. Willow hizo todo lo posible por seguirla. Helena recorrió corriendo varios pasillos cuando, de repente, a la vuelta de una esquina, se tropezó con Peter. Esta le cogió del brazo y al hacerlo, le arrancó también varias hojas de las que llevaba en la mano. Willow vio que estaba aguantándose para no llorar.

-Peter, me vas a decir a donde va Remus cada mes y me lo vas a decir… ¡YA!
-Yo…yo…-Willow se fijó que su madre era más alta que Peter, lo cual tampoco era un gran mérito
-Por favor… solo quiero saberlo…yo…
-¿Helena? ¿Peter?- Los tres se dieron la vuelta. Un Lupin más desarreglado y ojeroso que de costumbre les miraba. Willow se fijó (y lo más probable es que Helena también) en las cicatrices a medio curar que tenía en la cara y en la parte visible de los brazos. -¿Pasa algo?-Helena soltó rápidamente a Peter.
-Remus…-empezó a decir- ¿Qué…que te pasa en la cara?
-Oh, no es nada-bajo la cabeza- en serio, estoy bien.
-Yo no lo creo…te pasa algo y no me lo quieres decir. Donde vas cada mes ¿eh? ¿Por qué nunca hablas de ello? ¿O tal vez es que es conmigo con la única con la que no hablas de ello?
-Pero…Helena…
-No, mira, cuando decidas confiar en mí, tan solo búscame. Ahora necesito estar sola.- Helena echó a correr llorando y mientras todo se difuminaba, Willow vio la cara de Lupin… estaba muy triste.


Willow volvía a estar sentada en la cama, con el álbum abierto encima de las piernas. Esta vez se sentía menos mareada, aunque de todas formas abrió la ventana y se asomo para que le diese el aire. Le dio pena de Lupin, su madre se había pasado, el pobre ya tenía bastante con sus problemas como para que encima le molestasen.

Fue hasta el baúl y saco los libros de la escuela…pensó que estaría bien hacer unos pocos deberes, así que se tumbó con los pergaminos en la cama, y, cuando por fin había logrado concentrarse en la kilométrica redacción que tenía que escribir para historia de la magia, oyó un ulular detrás suya. Se dio la vuelta y vio un búho en el alféizar de la ventana. No era Crowley, y tampoco un búho que ella conociese, y, no se imaginaba a Snape recibiendo mucho correo. Se acercó y cogió el sobre del pico del búho. Tenía su nombre escrito y llevaba el sello del Ministerio. En cuanto le quito el sobre, el ave se marchó, y Willow se sentó en la cama de nuevo.

Abrió la carta.

Srta. Sunshine,

Estamos al tanto de sus actividades mágicas no supervisadas legalmente y, aunque el suyo sea un caso extraño, no es el primero ni será el último, así que le pedimos que venga a registrarse a los controles de animago y metamorfomago, que en este instante son los que más nos preocupan, además de ser los únicos que cuentan con un archivo. Le esperamos en un plazo máximo de dos semanas. Venga acompañada de un adulto.

Att:
Johnathan Irving Taylor
Departamento de Regulación de la Magia
Ministerio de Magia

Willow releyó la carta un par de veces. “Bueno”-pensó-“mientras no me impidan usar lo qu sea que hago fuera de Hogwarts”. Decidió que cuando volviese Snape le preguntaría si le importaba acompañarla. Supuso que no le diría que no, pues el ya le había contado tiempo atrás que tendría que registrase.

Desde pequeña había sido capaz de canalizar magia sin necesidad de una varita, aunque era una magia bastante más simple y era menos efectiva, pero había conseguido dominarla lo suficiente como para ser capaz de modificar su aspecto físico, tanto como persona, como para transformarse en un animal. Supuso que eso era lo que más le molestaba al Ministerio, tener una persona que no fuese fácilmente controlable…

Dejó la carta encima de la mesita y volvió a lo suyo, aunque no por mucho tiempo, pues a los pocos minutos, cuando ya se había vuelto a meter en el mundo mágico del siglo XVI oyó un ruido en el salón…Snape había regresado. Iba a bajar a contarle lo de la carta, cuando antes de que se decidiese a ello, él había subido a su habitación. Picó a la puerta y con un movimiento de mano por parte de Willow, el cerrojo se descorrió.

-Hola…
-Hola, solo quería saber si todo iba bien-sonrió a medias-veo que si.
-Eh…-Willow se sentó en la cama- me mandaron una carta del ministerio…-le alcanzó la carta. Snape se acercó para cogerla.
-Hmm…-la leyó rápidamente
-¿Me… podrías acompañar?-dijo Willow con tono de duda mientras acababa de leerla. Snape dejó entrever una sonrisa y le paso la mano por el pelo.
-Claro…vuelvo abajo… ¿quieres algo?
-No gracias-Willow sonrió. Las muestras de afecto por parte de Snape eran raras. Este, con una mano en el pomo de la puerta añadió:
-¿Vamos mañana?
-Vale. Y…gracias Severus-terminó antes de que cerrase la puerta del todo.
-Un placer-oyó Willow como respuesta, acompañado del ruido de la puerta al cerrarse.

Tras unos ruidos de pasos, la casa volvió al silencio y Willow volvió a concentrarse en el siglo XVI… aún tenía tiempo de acabar la redacción antes de ir a buscar a Danny…



-Bueh… ya acabé la redacción-se dijo Willow, pensando que ya no tendría que preocuparse por esa asignatura en bastante tiempo. Recogió un poco todo y entonces miró el reloj: vio que eran las 7 menos 5. Se levantó de un salto y se fue corriendo al baño. Se duchó lo más rápido que pudo, se puso unos vaqueros y una camiseta y se peino. Bajó corriendo las escaleras y salió por la puerta:

-¡Adiós!

Llegó a delante de la tienda sin aliento, y vio a Danny sentado en un banco, riéndose de la cara roja que debía de tener.
-Ho…hola…-murmuró intentando recuperar el aliento- ¿llevabas mucho esperando?
-No-se rió de nuevo- acabo de salir ahora mismo y te he visto venir como una exhalación.-Ven-se levantó- te invito a beber algo.
-Gracias…

Cruzaron a la acera de enfrente, donde había una cafetería.

-Vamos, siéntate. ¿Qué te pido?
-Una coca cola anda…-se sentó en una mesa al lado de la ventana y volvió la cabeza hacia Danny, que estaba apoyado en la barra. Había cambiado muchísimo, pero seguía tan simpático como siempre. Se dio la vuelta y se acercó a la mesa con una coca cola en cada mano y una bolsa colgando de la muñeca.

-Gracias-dijo Willow cogiendo su bebida mientras Danny se sentaba-¿Qué tienes en esa bolsa?-preguntó.
-Te traje un regalo-sonrió mientras le alcanzaba la bolsa-espero que te guste.
-Dios… no hacía falta-tomo la bolsa y sacó un paquete que había dentro. Era un discman parecido al que tenía ella, pero nuevo. También había un CD.-¡Muchísimas gracias!
-no es nada… espero que te guste el CD…es un recopilatorio de queen...
-No se que decir… yo no tengo nada para ti.
-No pasa nada. Y…bueno, cuéntame como es eso de estudiar magia.
-Bueno, al principio es extraño, porque todo de te resulta nuevo y fantástico, pero te acostumbras rápidamente.
-Y…¿vuelas en escoba?
-Yo no, aunque un amigo mío es el buscador del equipo, y me dejó subirme en su escoba varias veces… no soy especialmente buena-se rió.-Hogwarts es fantástico, lamento muchísimo que no hayas podido ir.-Danny hizo un gesto con la mano como dejándolo pasar.- Y este verano se celebran los mundiales de Quidittch aquí, en Inglaterra. El padre de un compañero mío nos ha conseguido entradas.
-Puff… vaya morro que tienes.
-Si, bueno, pero tampoco todo es siempre así de “mágico”. Por ejemplo, tenemos una asignatura, Historia de la Magia, que es la cosa más aburrida que conozco.
-Bueno, pero prométeme que a partir de ahora, cuando vuelvas a Hogwarts, me mandaras alguna lechuza ¿eh?
-¡Claro que sí! Y te compraré algo.-acabó de beber.- ¿Qué tal sigue tu madre?
-Muy bien, ahora trabaja de maestra en una escuela de aquí, pero eso no quiere decir que haya renegado de la magia, solo es que después de lo que paso… ya sabes, no quiere llamar la atención en este sitio más.
-Si…-Willow bajó la cabeza. Estuvieron un poco en silencio.-Bueno…un día de estos os tendré que pasar a hacer una visita.
-¡Cuando quieras!- se levantaron.- ¿Te vuelves ya a casa?
-Si, es que tendría que recoger la habitación, que la deje toda tirada. Y también tendría que estudiar un poco.
-OK te acompaño ¿vale?
-¡Gracias!-Salieron de la cafetería y caminaron a lo largo de la calle.-Por cierto… mañana tengo que resolver unos “asuntillos”, así que no se a que hora estaré en casa. Igualmente, ¿quieres que te pase a picar cuando tenga un momento?
-Claro… ¿recuerdas el número de mi casa?
-El 7 ¿verdad?
-Sip-Habían llegado.
-Bueno, pues, ya te lo dije, pero te lo repito, ¡muchísimas gracias por el regalo!-se despidió con la mano y subió los escalones.

Desde la ventana del vestíbulo vio a Danny que se marchaba tranquilamente hacia su casa. Entonces Willow volvió a mirar el CD que tenía en la mano y lo abrió. Hace años, cuando vivía aquí, a Danny le habían regalado un disco de Queen y lo escuchaban de vez en cuando juntos. Decidió subir a su habitación, se sentó en la cama y metió el CD en el discman. Comenzó a sonar la introducción de “Bohemian Rapsodhy”. Cerró los ojos, se tumbó y se dejó llevar por la música.

Me encantó este capítulo!! n.n

Espero que no tardes mucho en seguirlo...
Entonces Willow es como algo así como Tonks?? Oo Snape amable??jaja, no me acostumbro! xD

Besos!!
Jackie.

como ya dije en mi otro fic... volví! y gracias por los comentarios!! =)

respecto a snape amable, oh, bueno, sabemos que puede ser amable con quien quiere si quiere (véase lily), y con Willow, por razones que se verán pues es amable con ella... kukuku

pronto sabremos más cosas sobre ella!!

y aqui va otro trozo!

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Capítulo VI: ¡Al Ministerio!


Willow se despertó sobresaltada al oír un ruido. Aún tenía los cascos puestos, pero el discman se había apagado automáticamente hacía tiempo. Miró el reloj y vio que eran las 3 de la mañana. Iba a volver a echarse cuando el ruido se repitió. Venía de la ventana. Descorrió las cortinas y vio a Crowley apoyado en la ventana. Tenía una carta en el pico, debía de ser la respuesta de Hermione. Cogió al búho y le quitó la carta. Este inmediatamente echó a volar, probablemente en busca de algún ratón para comer. Willow abrió la carta y la leyó:

<i>¡Hola Willow!

¡Me alegro de que estés bien! Y, respecto a lo que me preguntaste tengo que decirte que si, había leído algo al respecto de eso. Son unos álbumes digamos que “inofensivos”, solo sirven como un almacén de recuerdos. Con un sencillo hechizo de permanencia, mantienen los recuerdos, solo necesitas algún objeto que estuviese vinculado al momento en el que sucedieron los hechos y ya esta. Pero hace mucho que ya no se comercializan, por el sencillo hecho de que hoy en día hay mejores técnicas para lo mismo…bueno, ya me dirás donde encontraste ese… y también donde estás (no te presiono… cuando puedas nos lo dices), porque como ya sabrás, Dumbledore no nos quiso decir porque no ibas en el Expreso…
Bueno, intentaré hablar contigo antes, pero si no…hasta los mundiales

Hermione</i>


“Vale”-pensó- “más o menos lo que me esperaba…pero necesitaba confirmarlo”. Iba a volver a dormirse cuando se dio cuenta de que necesitaba ir al baño, así que salió silenciosamente de su habitación y entro en el servicio. Al salir decidió bajar a la cocina a por algo de comer, porque no había cenado y vio un plato con comida en la mesa… “bueno…al menos vivir con un mago tiene cosas buenas…”.

A las 9 de la mañana estaba en pie. Antes de nada comprobó que Crowley había regresado y le metió en la jaula. Abrió el baúl, sacó algo de ropa y fue a la ducha. A los 10 minutos salía del baño recién duchada y peinada, con la carta del ministerio en un bolsillo del pantalón. Bajó a la cocina, donde se encontró con Snape, que estaba tomando una taza de…algo.
-Buenos días por la mañana-dijo Willow con acento cantarín y sonriendo mientras cogía un vaso de leche. Miró de reojo a Snape y vio como este fruncía en entrecejo. Le gustaba descolocarle. Se sentó en la silla de enfrente y le miró por encima de la taza… no había cambiado nada: poco hablador y huraño. Pero Willow lo llevaba bien.
Snape vació la taza que, con un movimiento de varita se limpió y volvió a su alacena. Se levantó y se dirigió a la salita mientras llamaba a Willow. Esta se levantó y le siguió.

Había sacado una bolsita de un cajón y había encendido la chimenea.
-Polvos Flu. Sabes como va ¿verdad?-Willow asintió. Recordó la experiencia, dos veranos antes cuando viajó con los Weasley y Harry al callejón Diagon. Igualmente, también había viajado cuando era pequeña. Snape lanzó un puñado al fuego y este se volvió verde; se acercó y le dijo a Willow:
-Vamos, cógete, no quiero que te pierdas y luego tener que ir a buscarte.- Willow se acercó y se agarró a su brazo. Otros hubiesen tomado la frase de Snape de un modo despectivo, Willow sabía que en el fondo no era siempre así y había aprendido a apreciar los pequeños gestos. Mientras, él decía el destino.
-¡Ministerio de Magia!


En apenas unos segundos se encontraban en el Atrio del Ministerio. Willow se separó y miró a su alrededor. Era enorme e imponía bastante. En el centro había una fuente y se acercó para verla mejor cuando, al mirar de reojo vio como Snape se alejaba en dirección a un mostrador. Le siguió y al llegar, un chico con una sonrisa en la cara le pidió la varita. Willow miró a Snape con cara de urgencia…no la había traído. Este no dijo nada, tan solo suspiro con resignación, sacó la varita de Willow de la capa y se la tendió al chico que les miró con cara extrañada, pero no hizo ningún comentario, tan solo le dio un papel y les indicó por donde estaban los ascensores.

Snape caminó en esa dirección sin decir una palabra y Willow, que pensaba darle las gracias, opto por callarse.
Las puertas del ascensor se cerraron sin un ruido y este comenzó a descender lentamente. Dos plantas más abajo se abrieron de nuevo y una persona conocida entró.

-¿Willow?
-¡Señor Weasley!-saludó esta-¡me alegro mucho de verle!
-Lo mismo digo…Buenos días-Snape apenas si le dirigió una mirada- ¿Qué haces por aquí?
-Tengo que pasar al registro…ya sabe.
-Claro, claro-le guiñó un ojo-¿sigue en pie el venir a los mundiales verdad?
-¡Por supuesto señor Weasley!
-Me alegro. ¿Qué tal el verano?, Molly se entristeció cuando se enteró de que este año no ibas a venir.-Willow se rió
-Muy bien, no se preocupe y… déle recuerdos de mi parte
-Así lo haré-Las puertas se volvieron a abrir y Willow oyó el frufrú que hacía la capa de Snape.
-Bueno, nos vemos señor Weasley. ¡Un placer volver a verle!
-¡Igualmente Willow!-Esta salió del ascensor justo en el momento en el que las puertas se cerraban. Vio que Snape la esperaba al lado de una puerta al otro extremo del pasillo y en un momento se puso a su lado.

Willow llamó a la puerta, que se abrió al momento y vio una sala no muy grande, con una mesa de despacho en el centro, desbordada de pergaminos por todas partes y un mago bajito sentado, escribiendo rápidamente.
-Pero… ¡pasad, pasad!-dijo sin levantar la cabeza.- ¡Ahora mismo estoy con vosotros!-Willow atravesó la puerta y Snape a continuación, que se colocó detrás de ella.
Varios minutos después el mago se levantó y les miró por fin.

-Tú debes de ser la señorita Sunshine, ¿me equivoco?
-No-sonrió.
-Y usted…-miró a Snape.
-La acompaño-dijo secamente.
Bien, bien… si hace el favor de venir conmigo señorita. Se acercó a una puerta disimulada en una pared de la sala y esta se abrió. Willow se acercó y vio otra sala, esta enorme y llena de archivadores hasta los topes. En una esquina había una mesa con un montón de pergaminos en blanco, un tintero y una pluma. El mago entró y cerró la puerta detrás de ella.
-Bueno, pequeña… aquí tienes los dos formularios que tienes que rellenar, sentimos que sea por duplicado, pero el tuyo es un caso especial…-sonrió. Le dejó dos pergaminos encima de la mesa y se apartó a colocar varios archivadores. Willow los leyó por alto y casi todo eran preguntas familiares…suspiró y se puso a ello.

Al poco rato había completado ambos formularios, dejó la pluma de nuevo en el tintero y miró a su alrededor. No vio al hombrecillo así que cogió los pergaminos y decidió buscarle entre los pasillos. Poco a poco se puso a mirar los nombres de las carpetas amontonadas, a ver si conocía alguno. Estaba en la sección de metamorfomagos cuando de repente notó alguien detrás suyo. Se dio la vuelta y vio al mago que llevaba una carpeta como las que les rodeaban, pero esta tenía escrito en un borde con letras rojas: Willow Sunshine.

-Bueno, veo que ya has acabado-le cogió los pergaminos de la mano y los guardó con suavidad en la carpeta. Sonrió.-Ya está todo.-Sin una palabra más se dirigió a la puerta de la sala y le cedió el paso a Willow. En la sala anterior estaba Snape, apoyado en la pared. Apenas si movió levemente los labios cuando esta salió.
-¡Que tengan un buen día!-se despidió el mago mientras volvía a sus papeles.
-¡Igualmente señor!-respondió Willow. Snape no pronunció una sola palabra hasta que llegaron de nuevo al Atrio y Willow recuperó su varita.
-Oye Severus…-este arqueó una ceja y la miró-yo…pensaba ir al Callejón Diagon-al ver la cara de Snape añadió rápidamente-¡pero no hace falta que me acompañes!-Este suspiró.
-Esta bien…-de un bolsillo sacó la bolsa de polvos Flu.-aquí tienes. No vuelvas tarde.
-¡GRACIAS!-le dieron impulsos de abrazarle pero se contuvo, no quería que en el último momento se arrepintiese de dejarla ir. Snape puso los ojos en blanco y con un movimiento de varita, desapareció.

Gracias a tus fics estoy empezando a simpatizar con Snape! n.n
Va a aparecer Draco en el fic?? Va a haber algo de Dramione??( Esque como sé que a ti te gusta,no?xD)

Me gustó mucho! Besos!!

Capítulo VII: Compras

Willow se paseaba por el callejón Diagon, con la bolsa de los polvos Flu en un bolsillo y en el otro, una bolsa con galeones que acababa de sacar de gringotts. Necesitaba comprar algo para Harry, por si no tenía más oportunidades de volver antes de su cumpleaños y, algo para Danny, se lo había prometido. Iba mirando los escaparates, cuando en la tienda de artículos de calidad para el Quidittch vio que vendían maquetas de la saeta de fuego, unas maquetas que medirían unos 15 cm. y volaban por si solas…decidió que a Danny, que parecía que le encantaba el Quidittch, le gustarían. Entró y compró una. Se la envolvieron para regalo y salió a seguir buscando algo para Harry.
Paseo por las tiendas durante más de una hora y, como seguía sin tener ni idea, se sentó en la heladería de Fortescue a merendar. El señor Fortescue le trajo un helado y, como no tenía más clientes en ese momento, se puso a hablar con ella.
-Y, ¿viniste por aquí a algo en concreto?-preguntó en un momento dado.
-Si, bueno, venía a comprar unos regalos de cumpleaños, pero no tengo ni idea de que comprar-se rió y comió algo de helado.
-Un regalo de cumpleaños… déjame pensar…-el señor Fortescue se sentó en la silla que había enfrente de Willow.- ¿Sabes? Ahora que recuerdo, hay una pequeña tiendita cerca de aquí que tiene cosas curiosas, podrías ir a ver, puede que encuentres algo.
-Muchísimas gracias por la ayuda-sonrió.- Me pasare luego.
-Y…ahora ya por curiosidad… ¿Qué curso vas a empezar en Hogwarts?
-Este va a ser mi cuarto año.
-¿El cuarto? Pareces bastante más mayor
-Gracias-sonrió.-Bueno… ¿Cuánto le debo?
-Es un galeón.
-Aquí tiene, ¡muchas gracias por todo!-Willow se levantó de la mesa y se alejo en la dirección en la que le había dicho. No mucho más lejos encontró una pequeña tienda que, por lo menos en el escaparate, tenían de todo. Entró.

Dentro vio estanterías llenas hasta los topes de juguetes, libros, muñecos… Se puso a mirar tranquilamente cuando una voz femenina habló:
-Buenas… ¿deseaba algo en especial?
-¡Oh! No gracias, solo quería mirar.- Willow recorrió las estanterías en busca de algo original.

Se paro delante de una caja no muy grande…sería del tamaño de un juego de mesa. La sacó del estante y la miró. Era de segunda mano, como casi todo lo que había en la tienda, pero estaba en muy buen estado.
-¿Qué es esto?-preguntó
-Oh, es un juego parecido al ajedrez mágico, y en origen también fue un juego muggle, solo que el ajedrez se comercializa, y este tan solo fue un juego hechizado, que luego vendieron.-Willow pasó la mano por la caja para quitarle algo de polvo y vio que se trataba del risk.
-¿Se juega igual?-pregunto
-Oh si, la única diferencia es que las fichas se mueven por si solas…La chica que me lo vendió me dijo que resultaba muy entretenido, puesto que puedes jugar tanto tu solo contra el ejercito enemigo, como con otro jugador que dirija al otro equipo. Y las peleas entre figuras son muy cómicas.
-Bueno… ¿cuanto es?
-Es de segunda mano, así que es barato. Te lo dejo en 3 galeones…lleva tanto tiempo aquí que no creí que nadie lo comprase
-Aquí tiene-Willow sacó los galeones de la bolsa y los dejó en el mostrador.
-¿te lo envuelvo querida?
-No, gracias-Willow tenía pensado envolverlo ella tranquilamente en casa
-Bueno...Pues… Listo.
-Muchas gracias… ¡adiós!
-Adiós…

Willow salió de la tienda con el paquete bajo el brazo e iba en dirección de una tienda de chucherías donde sabía que vendían unas ranas de chocolate muy grandes y muy graciosas. Al poco tiempo estaba en la tienda, rodeada de golosinas de todas las clases. “Bueno, Honeydukes es más grande”-pensó-“pero, servirá”. Rápidamente encontró las ranas, las cogió y pagó. Tan solo le quedaba volver a casa y, de la que volvía caminando al caldero chorreante se fijó en la caja que llevaba debajo del brazo. En un lateral, escrito con letras pequeñas ponia: Propiedad de Orion. “¿Orion?”-pensó-¿sería la chica que hechizo el juego?...pues…espero que te hayas lucido, ¡a ver si así le gusta a Harry! “Sacó los polvos Flu del bolsillo y dijo:

-¡13 de Spinner’s End!


Willow salió de la chimenea algo mareada, no le acababa de gustar eso de viajar con polvos Flu. Parpadeó un par de veces y vio a Snape sentado en el sofá con (como no) un libro abierto encima de las rodillas.
-¡Hola!-sonrió y se sentó en el otro extremo del sofá, dejando los paquetes en el suelo. Snape la miró un segundo.
-Hola.-Willow se quedó mirando el libro mientras se ataba una coleta. Le resultaba extremadamente difícil iniciar una conversación con Snape.
-Ehmm… ¿Qué estás leyendo?-Este cerró el libro, como si supiese que ya definitivamente no iba a poder concentrarse en la lectura.
-De vermis mysteriis…
-Ahá-miró fijamente a Snape y este arqueó una ceja. Willow no lo pudo evitar y se le escapó una risita. Snape cerró los ojos y respiró profundamente.
-¿Sabes? Hoy descubrí una tienda en el callejón Diagon que nunca había visto.
-¿Si?, ¿Cuál?
-Vale… si te digo la verdad no recuerdo el nombre-se rió.
-Bueno…si te olvidas tu propia varita… ¿Cómo vas a recordar el nombre de una tienda?
-¡Eh!, ¡lo de la varita fue porque no sabía que la iba a necesitar!
-Se supone que esa es la razón por la que siempre uno la lleva consigo, porque no sabe cuando la va a necesitar…
-Bueno, vale soy un desastre… ¡ya lo sé!-sonrió-que le voy a hacer…
-Si… yo también lo sé.
-Oye… ¿te puedo preguntar una cosa?
-Puedes…lo cual no quiere decir que te vaya a contestar…
-¿Porqué no quisiste escuchar a Sirius?-Snape iba a decir algo, pero Willow se adelantó-Severus…yo vi a Peter, todos lo vimos…
-Willow-la miró fijamente-Cállate...
-Esta bien…-se apoyó mejor en el sofá.-Por cierto… ¿sigue estando aquí mi cojín?-Snape frunció el entrecejo.
-Si... ya sabes… el del dragón. Era negro, con el dragón verde…
-¡Ah, si!... debe de estar en ese armario-señaló un armario que estaba en el pasillo. Willow se movió un poco para verlo y, al girar la mano, este se abrió y un cojín, bastante grande, con un enorme dragón bordado, atravesó la sala silenciosamente y se posó en las rodillas de Sam.
-Admite que es más útil que andar cargando con una varita a todas partes.-sonrió.
-Piensa que no todo el mundo…
-Puede hacer eso, lo cuál no hace posible que tú te vanaglories de ello-completó Willow con rin tintín-¿Cuántas veces me lo habrás dicho?
-Supongo que las suficientes para que te entrase en la cabeza…
-Si…supongo…-se quedo un rato en silencio.-bueno…voy arriba un rato…-se levantó y cogió las cajas y el cojín.-¿Sabes?-añadió al pasar al lado de Snape, que volvía a coger su libro-la semana que viene hará 5 años…

Cuando Willow ya no lo podía oír, Snape murmuró:

-No lo he olvidado…

notas del capítulo:

1) Lo de Orion es porque este capi se lo dediqué a una amiga mía a la que llamamos Orion, no tiene ningún interés mayor para la historia

2) supongo que en el libro no dice que Snape viva en el 13 de spinner's end, pero como eso lo tenía decidido desde antes de leer el 6º y además ese número me parece que le pega, así se quedó... XD

3( De Vermis Mysteriis es el título de un libro que aparece en uno de mis libros favoritos, los mitos de cthulhu (de HP lovecraft, por si os interesa ^^)

hehe... es por si había alguna duda... cualquier otra, preguntad!! me encantará contestar!

yo si tengo una pregunta!! pero supongo que no la podras contestar... T.T por eso de que sea una sorpresa!
hace cinco años... de que¿? que paso hace 5 años... tengo una intuicion pero no creo que sea porque cuando Willow lo dijo parecia feliz... no¿? mi teoria es que hace cinco años de la muerte de Helena, es eso¿?
y por qué Willow tiene cosas en casa de Snape¿? No sera su padre, verdad¿?
bueno, sigue pronto, ok¿?
ah, y yo tambien estoy empezando a simpatizar con Snape... ^^
unBesoO!!*

Wiii!! pues no no puedo responderte, pero dentro de muy poco lo sabrás!! P=

y snape no es el padre de willow, es solo que ella vivió allí antes...kukuku

muchas gracias por los magníficos coments!! acá va otro capi!


Capítulo VII: Tortitas

Dejó los paquetes en el suelo y se quitó la chaqueta. Cogió el álbum, que había metido en su baúl, y se sentó en la cama. Lo abrió y vio que al igual que había pasado con el anterior recuerdo, ahora había un par de líneas escritas debajo:

Bueno…probablemente me pase con Remus…pero es que, no se bien lo que me pasa, pero me afectó mucho que James dijese que no confiaba en mi. Tendré que pedirle perdón…

Pasó la pagina y vio una foto en la que salían, de izquierda a derecha, Peter, James, Sirius (poniéndole los cuernos a James), Helena y Remus. Peter y James sostenían una pancarta que decía: ¡Felicidades Remus! Un instante después estaba de nuevo en la sala común. Remus estaba rodeado de regalos, con James, Sirius y Peter sentados en las butacas alrededor de él. Willow buscó a Helena y la vio bajando de la habitación de los chicos con un paquete en la mano.

-¡Hey Remus!-dijo Sirius-¡Creo que todavía tienes otro regalo!-Helena le tendió el paquete y Remus lo cogió.
-Bueno…-dijo esta-espero que te guste…la idea me la dio Sirius, porque, la verdad, no sabía que regalarte y…-Remus había acabado de desenvolver el regalo, un lobo de peluche muy cuco y una bolsa de chucherías de Honeydukes.
-Precioso-sonrió a la vez que lanzaba una mirada asesina a Sirius, el cuál, para cambiar de tema rápidamente dijo:
-¡Pero mirad que hora es! ¡Vamos a llegar tarde!-Todos se levantaron y James ayudó a Remus a subir los regalos a la habitación. Al minuto ya estaban abajo y, todos juntos se dirigieron a clase. Willow les siguió por los pasillos y se dio cuenta de que se dirigían a las mazmorras. Cuando llegaron los demás alumnos ya estaban en la puerta esperando. Había un Slytherin que estaba alejado del grupo. Helena se acercó un poco.
-Hola Severus…
-Hola.-En ese momento James, que estaba mirando a Lily, se dio la vuelta y vio a Helena hablando con Snape.
-¡Por dios Helena!-le dijo-¿no te parece suficiente castigo que te hayan sentado con Quejicus que encima, te torturas saludándole?-Helena puso los ojos en blanco y paso de él.
-Dios… puede llegar a ser muy imbécil cuando quiere…-En ese momento se abrió la puerta de la clase y los alumnos fueron pasando. Willow vio que apenas había cambiado nada. Helena se sentaba en primera fila con Severus, justo detrás estaban Lupin y Peter, más allá, Lily con una chica que Willow no conocía y al fondo, pudo ver a James y Sirius.

La clase comenzó y todos se concentraron en sus pociones. Willow se acercó a Helena y así oyó parte de la conversación.
-No hagas mucho caso a James… la verdad, no se que tiene en contra de ti.-Helena estaba cogiendo algo y lo iba a echar a la poción cuando Snape le apartó la mano y echó otra cosa.
-Eh…pero si ahora no me había equivocado.
-Así se acaba antes
-Vale-sonrió-tu sabrás…desde que me siento aquí saco dieces.

La clase continuó normalmente y al acabar Helena se despidió y se acercó a Lily y los demás.
-Ahora tenemos transformaciones… ¿tenéis algún plan para cuando acaben las clases?
-Pensábamos conseguir un par de cosas de Honeydukes y dar una pequeña fiesta-dijo con un tono misterioso Sirius.
-Siempre me pregunto de donde sacáis todo lo que tenéis y por que nunca os pillo…por cierto-miró a James- Te pasas un poco con Severus.
-Nah, esta acostumbrado… nadie le aguanta…solo tú.
-Bueno, pero Helena tiene razón-interrumpió Lily-si tan mal te cae, pasa de él y ya.
-¿Qué es esto, una confabulación a favor de Quejicus?
-Anda James…vete por ahí un poco ¿eh?-Helena y Lily se adelantaron un poco y Willow, que estaba en medio oyó como Remus le decía a Sirius:
-¿Tú porque le dijiste que me regalase un lobo?
-Creí que te parecería gracioso Lunático.-se rió
-Si, ya. Muy divertido.
Cuando llegaron a la clase de transformaciones, todo se volvió borroso.


Willow sacó un bolígrafo de la mesita y abrió la puerta de su cuarto. Miró las marcas que había en la esquina, todas con su edad correspondiente. Se apoyó de espaldas a la puerta y dibujo una raya por encima de su cabeza. Se dio la vuelta y vio todo lo que había crecido. Lo mejor que pudo escribió: 14 años. Lo cuál, aunque aun no era completamente cierto, lo sería al día siguiente.

Bajó las escaleras…volvía a estar sola, así que aprovechó para revisar la casa un poco más a fondo. Realmente desde que había llegado apenas si había prestado atención a las habitaciones.

Con un movimiento encendió las luces de la sala y descorrió las cortinas “mejor así” pensó. Pasó la mano por los libros de las estanterías; la gran mayoría le resultaron desconocidos, aunque vio un ejemplar de Moste Potente Potions, el mismo que dos años atrás habían empleado para preparar la poción multijugos (realmente a Willow no le había hecho falta tomarla). También había ejemplares de los libros de texto de pociones, DCAO, transformaciones…eran demasiados como para buscar alguno que ella conociese, así que pasó a otra cosa.

Al lado del sofá había una mesita en la cuál seguía el libro que Snape estaba leyendo el otro día. Willow abrió el cajón y se encontró con un par de pergaminos en blanco y, debajo, dos fotografías. Las conocía…hacía años habían estado colgadas en marcos en la entrada.
La primera era algo antigua. Vio a un chico y una chica vestidos con el uniforme de Hogwarts. Sabía que detrás estaba escrito “Última semana”. De repente, la chica dejó de mirar a la cámara y abrazó al chico, que pareció ponerse nervioso y tímidamente correspondió al abrazo.

Willow miró la otra foto. Había sido sacada en ese mismo salón. Salía ella, que debía de tener apenas 5 años con una muñeca en la mano, sentada en el sofá. A su lado estaba su madre, en esta foto muy diferente a como salía en la otra, pero igualmente con una sonrisa en los labios, mientras cogía a la Willow de la fotografía y se la ponía en las rodillas.

Suspiró y dejó las fotos tal y como las había encontrado. No quería ni imaginarse que podría hacerle Snape si se enteraba de que había estado fisgoneando por la casa adelante.

Pasó a la cocina y abrió el armario. Cogió las galletas y se sentó a comer. Al mirar la cocina propiamente dicha, una idea pasó por su cabeza. Dejó las galletas a un lado y volvió a abrir el armario, concentrándose en lo que necesitaba. Ahí lo vio, como si siempre hubiese estado al fondo del armario.
A la media hora, por toda la casa se colaba un olor a tortitas recién hechas.

Estaba tan concentrada pensando en una tortita que tenía en la sartén que no se dio cuenta de que ya no estaba sola.
-Ehem-carraspeó. Willow giró la cabeza el tiempo suficiente como para ver a Snape apoyado en el marco de la puerta.
-¡Hola Severus!
-¿Qué has hecho con mi cocina?-Willow sacó la última tortita, apagó el fuego mágico que había encendido y se dio la vuelta, limpiándose las manos en un trapo.
-Oh, bueno, yo la cocina la veo igual que antes-sonrió- tan solo hice unas tortitas… ¿quieres?
-Esta lechuza estaba fuera… supongo que es para ti.-Willow vio una pequeña lechuza que le recordó a la que Sirius le había mandado a Ron para compensar por Scabbers.
-Oh, sí…puede que sea de Ron.-Vio que llevaba un pequeño paquete y una carta demasiado grande para ella. Se acercó a la lechuza y la cogió.-Subo arriba a leerla… ¿vale?
-¿Y esto?-señaló todo el revuelo que Willow había organizado.
-Oh, no te preocupes,-se rió-podemos comerlas más tarde.

Willow echó a correr escaleras arriba antes de que Snape tuviese tiempo a responder como “se merecía”.

ya¿? no pones mas¿? joooooo.....
^^ la verdad esque me esta enganchando mucho y me gustaria seguir leyendo mas
espero que sigas pronto ^^
ah, y gracias por resolver esa duda!! ^^
pero es una pena que no me puedas decir que pasa la semana que viene... ¬¬
unBesoO!!*

un trozo pequeño mientras repaso el siguiente capi!

hehehe

Capítulo VIII: El primer regalo

Se sentó en la cama y soltó a la lechucita por la habitación, mientras abría la carta. Leyó:

¡Hola Willow!

Bueno… Ron dice que esta carta no va a llegar, porque su lechuza es idiota y no sabe encontrarte, pero yo estoy segura de que lo hará. Igualmente, por si acaso, la mandamos antes de tiempo… no se cuando la leerás, pero de todas formas… ¡¡FELICIDADES!! ¡¡TE ECHAMOS MUCHO DE MENOS POR AQUÍ!! Mi madre dice que cuando vuelvas te hará un pastel de cumpleaños ^^.

Mi verano es bastante aburrido…Fred y George siguen a lo suyo con sus trucos Weasley, lo cual está haciendo enfadar a mi madre, Ron está a su bola permanentemente… y Percy…bueno, ya sabes como es Percy…
Mi padre dijo que te vio el otro día en el ministerio…huau… ¿Qué hacías allí eh Willow? Bueno, espero que me lo cuentes cuando nos veamos en los mundiales.

Yo te mande un regalo…espero que te guste. Es una tontería, pero bueno…Ron dice que el no se arriesga a mandar su regalo con Pigwigdeon (la lechuza), así que te lo dará cuando vengas. Fred y George también tienen algo para ti, pero como no quieren que mi madre lo pille…también te lo darán cuando vengas.

No se que más contarte…espero que te lo estés pasando bien.

¡Un besazo!

Ginny


Willow dobló de nuevo la carta y cogió el pequeño paquete. Lo desenvolvió y vio una pulsera transparente. En el paquete también había un papel:

Esta pulsera cambiará se transforma. Tan solo piensa en como te la imaginas, y así se volverá.

Se la colocó y automáticamente paso a ser una pulsera con forma de dragón enroscado a su muñeca. “mola…”-pensó.

Se tumbo en la cama. Era evidente que el señor Weasley sabía mucho acerca de ella aunque nunca se lo hubiese dicho…porque no le chocó que Snape la hubiese acompañado al ministerio. Además, no les contó nada de eso a los hijos. ¿Qué más sabría el señor Weasley? Quizá debería hablar con él un día.
Tocó la pulsera y notó como inconscientemente hacía que esta cambiase de forma. Llegaba a ser divertido.

Se levantó y decidió bajar a recoger todo…tocarle las narices a Snape estaba bien…pero sabía que había un límite. Salió de su habitación y vio a Snape bajar del ático. Willow solo había subido una vez hacia años y le habían reñido. Tomo nota mental de subir otro día.

Miró a Snape de reojo.

-Voy a recoger el desastre de la cocina.-Snape bajó detrás de ella por las escaleras. Willow se metió en la cocina y sacó la varita. Con un movimiento la sartén se comenzó a limpiar sola. A la vez la harina que había saltado desapareció y las tortitas se ordenaron en un plato encima de la mesa.
-Eso no lo has hecho con la varita.-Willow se dio la vuelta y vio a Snape detrás de ella. Sonrió.
-Oh, bueno, es que si la tengo en la mano parece más profesional, aunque realmente no tengo ni idea de cómo hacer esto con varita. -Snape suspiró. Willow se sentó en la mesa y cogió una tortita. Aún estaban algo calientes. Snape seguía en la puerta. Sujetó con una mano su tortita y con la otra la movió lentamente. Una tortita comenzó a levantarse del montón y se acercó poco a poco a Snape.
-¡Anda! ¡Prueba una!-dijo Willow divertida. Snape volvió a suspirar y se sentó. Con desgana cogió un trozo de la tortita que aún flotaba delante de su cara y la probó.
-¿Y bien?
-¿Desde cuando sabes cocinar?
-Desde que tuve que vivir con muggles…parece que se las arreglan muy bien sin magia...

Me encantaron los dos capítulos!! n.n pero a ver si pones más cosas sobre la vida de Willow eh!! Que no m entero!! jajaja... xD

Besos! (:

Un capítulo un tanto extraño que me costó decidirme a dejarlo así.... u______u aunque ahora lo releo y me gusta... opiniones por favor!


Capítulo IX: Las Dudas

Willow se levantó de golpe. Le parecía haber oído un ruido. Todo estaba a oscuras, así que murmuró “lumos”. Estaba tumbada en el sofá y tenía una manta por encima. Parpadeó un par de veces y se sentó, colocándose la manta sobre los hombros. Bostezó. Se había quedado dormida mirando al fuego. Snape y ella habían estado hablando la noche anterior. En el fondo, no era tan difícil llevar una conversación más o menos larga con él. Se acercó la manta a la cara y respiró. Por un momento se vio a si tumbada misma en el sofá, mucho más pequeña. Estaba abrazando el cojín y descansaba con la cabeza apoyada en las rodillas de Snape, que leía un libro. Su madre les miraba desde el sillón con una inmensa sonrisa en los labios.

Abrió los ojos de repente. No. No pensaba contárselo a Ron Hermione y Harry. Al menos no por el momento. De todas formas nunca lo entenderían. Se dio la vuelta y vio a Snape apoyado en la puerta, con un paquete en la mano.
-Felicidades.-sonrió. Se acercó y se sentó en el sillón de enfrente mientras le tendía el regalo.
-¡Gracias!-Willow estaba muy ilusionada. Lo cogió y con cuidado abrió la caja. – “Encantamientos avanzados”-leyó-“Libro manual de artes oscuras” ¡Hey! ¡Esto no se encuentra en las librerías normales! Lo busque el año pasado.-Miró a Snape-Muchísimos gracias. En serio.-Este bajó la cabeza al paquete. Willow siguió la mirada. Había una bolsita. La abrió con cuidado y dejó caer el contenido en la mano. Nada más verlo Willow sintió un escalofrío que le recorría la espalda.
-Pero… ¿de donde lo sacaste?-Snape no contestó. Willow se levantó y le miró a los ojos.-¡Por dios Severus!
-Se lo dejó el…el día…-Willow se dejó caer en la butaca.
-Nunca se lo quitaba…no desde que yo recuerde.-observó de nuevo el collar en forma de luna que tenía en la mano.
-Da igual…ahora es tuyo. Quizás lo sabía y por eso se lo dejo.
-¿Estás diciendo que mi madre sabía que la iban a matar y por eso se lo dejó?-sonrió sarcásticamente.
-Willow, yo nunca he dicho que…
-Y si se lo quitaste tú ¿eh?-Se levantó de nuevo.-Quien sabe…solo en el ministerio y tú sabían que estaba aquí. A lo mejor tú…-Snape parecía a punto de explotar.
-Yo ¿qué?
-Tu…
-Vamos dilo.-Willow levantó la cabeza apretando los puños de furia.
-La mataste.-El sonido de la bofetada resonó por toda la casa. Willow notaba como le pitaban los oídos y se aguantaba para no llorar. De repente echó a correr escaleras arriba y se encerró en la habitación, apoyada en una esquina, llorando.


Cuando se tranquilizó apoyó la cabeza sobre las manos. Aún le dolía la mejilla. No tenía ni idea de porque había dicho lo que dijo. Si bien no era la primera vez que se le pasaba por la cabeza, sabía que no era verdad. Sentía lo que había dicho. Se secó la cara con la manga y de repente oyó un estruendo abajo. Se quedó en silencio y segundos más tarde se volvió a oír. Se incorporó apoyándose en la pared, se acercó a la puerta y la entreabrió. Vio la luz de la sala encendida. Bajó con cuidado las escaleras y vio la habitación patas arriba. La mesita estaba destrozada y había muchos libros por el suelo. Se acercó más y vio a Snape apoyado contra la pared y con la mirada perdida. Entró y caminando lentamente se colocó delante de él.
-lo…siento… no era verdad… no pienso eso…perdón…-Snape respiró hondo y fijo su mirada en ella.-Es que… dios… aun no lo he superado el todo y…-Snape le pasó la mano por la mejilla donde le había dado la bofetada.
-Lo entiendo.-Willow parpadeó y varias lagrimas se le escaparon. De repente no pudo aguantarle la mirada más, rompió de nuevo a llorar y abrazó a Snape. Este le pasó la mano por la cabeza.
-Tranquila…tranquila…

Si hubiese levantado la cabeza en ese momento hubiese visto que Snape también estaba llorando.



Willow suspiró y se pasó la mano por la cara. Levantó la cabeza y miró a Snape que sonreía con tristeza.

-Entonces… ¿me perdonas?-Snape asintió con la cabeza. Willow se agachó y recogió el colgante, que había soltado cuando se marchó corriendo. Se lo tendió a Snape.
-¿Sabes? Quédatelo…
-No Willow…es tuyo-suspiró y miró a su alrededor. Willow le imitó.
-¿Y si recogemos?-dijo Willow mientras sonreía. Snape sin contestas cogió la mesita y la dejó en su sitio. Willow se agacho a coger los libros uno a uno y los iba dejando en la estantería de nuevo.

Acabaron rápido y cuando Willow se dio la vuelta vio que Snape se había dejado caer en el sofá. En la mano tenía las fotografías de la mesita, que cuando la había tirado, se habían salido del cajón. Willow sonrió levemente y se deslizó en silencio a su habitación. Cogió el álbum de fotos y, después de mirar por la ventana y ver que hacía un buen día, decidió salir afuera.

Con el álbum debajo del brazo bajó las escaleras procurando no hacer mucho ruido. Echó un vistazo rápido a la sala y Snape seguía perdido en sus pensamientos.

Abrió la puerta trasera y se deslizó por ella. El minúsculo jardín estaba hecho un desastre. Haciendo honor a la verdad, siempre lo había estado, pero les gustaba así. Se sentó apoyada al muro que lo rodeaba y cerró los ojos, dejando que el sol le diese en la cara. Se colocó y abrió el álbum. Lo que vio fue una foto de un baile de disfraces de Halloween. Se giró, pero desde donde estaba no se veía la ventana de la sala y, de todas formas, Snape siempre dejaba las cortinas cerradas… Suspiró y pasó la mano por la foto.

Qué mono Snape xD!
Me gustó mucho, per todavía no se sabe mucho de Willow! n.n pero te lo perdonaré porque escribes muy bien xD!!!
jaja, bueno continúa pronto si??^^

Besos!Ü

Capítulo X: Halloween

Cuando abrió los ojos estaba de nuevo en la sala común de Gryffindor. Su madre estaba hablando con Lily, la primera disfrazada de pirata, la segunda de vampiro. Willow miró a su alrededor y vio a los merodeadores en la otra esquina de la sala. Se acercó hasta ellos y vio a Remus discutiendo con Sirius, que le había obligado a disfrazarse de hombre lobo, con unas orejas y una cola postiza. Sirius llevaba uno de animadora, que había conseguido cogiendo ropa de los baúles de Lily y Helena. James por su parte, se había recubierto de arriba debajo de papel higiénico que había robado de los baños un par de días antes, tratando de parecerse a una momia. Y por último, Peter había agujereado una sabana y se había hecho un disfraz de fantasma bastante cutrecillo.

Antes de darles tiempo a que se les acercasen, Helena y Lily salieron por el cuadro y se dirigieron rápidamente al Gran Comedor, con Willow pisándoles los talones. Habían quitado las mesas y todo tenía la decoración típica de Halloween. Helena y Lily se unieron a varias chicas de Gryffindor, Ravenclaw y Slytherin que conocían y se pusieron a hablar mientras esperaban a que comenzase el baile.

En ese tiempo, los merodeadores llegaron al comedor y se colocaron en un lugar desde el cual James veía a Lily.

Unos minutos más tarde, Dumbledore, el cuál llevaba un chándal muggle, dio por comenzado el baile. La música comenzó a sonar y los chicos se fueron acercando poco a poco a las chicas, para empezar a bailar.

James se acercó a Helena.
-Oye…¿crees que Lily bailaría conmigo?
-Por dios James… no lo creo… y si lo hace, no será porque yo te halla ayudado-respondió Helena, que se marchó.

Willow se dio la vuelta, viendo como James intentaba hablar con Lily, la cual pasaba de él y siguió a Helena. Esta recorría el Gran Comedor, mirando para todos los lados, esquivando a la gente que bailaba o a los que sencillamente estaban apoyados en las paredes hablando. De repente alguien le dio un golpecito en el hombro. Se dio la vuelta de golpe y vio a Remus, que sonreía.
-¿Te asusté?-preguntó.
-Oh, no, claro que no…-respondió mientras miraba a su alrededor.
-¿Buscas a alguien?
-Si…bueno, no…-corrigió rápidamente- ¿querías algo?
-Eh…quería preguntarte que si… bailarías conmigo-dijo bajando la cabeza.Helena sonrió.
-¡Claro!-le cogió de la mano y le llevó hasta la pista-necesito dispersar un poco.

Llegaron hasta la pista de baile teniendo que empujar a varias personas por el camino y (para eso están las pistas de baile) comenzaron a bailar.

Al rato, mientras James perseguía (literalmente hablando) a Lily, la canción cambio a una más lenta y Helena, siguiendo a su bola, se acercó a Remus, mientras este echaba una mirada asesina a Sirius, que bailaba con otra chica más allá y que se reía.

Al rato Helena se separó y dijo a Remus, que seguía en su nube:

-Voy un rato a fuera… vuelvo luego. –Se alejó en dirección a la puerta y de ahí al vestíbulo. Se sentó en la barandilla, pensando. Willow se sentó en el suelo, mirándola. Se parecían bastante, quitando el color de pelo. Entonces Willow oyó un ruido y se giró, aunque parecía que Helena no lo había oído. Eran Lupin y Sirius, el segundo empujando al primero. Le murmuró algo al oído y se despidió de él con un guiño.

Willow se levantó, empezando a temerse “cosas”, a la vez que Remus se acercaba a Helena.
-Helena…-se dio la vuelta y sonrió.
-¡Hola Remus!, no te había oído.
-Ehmm…oye…
-Dime…
-Yo, mira… me caes muy bien y todo eso… ya lo sabes y quería decirte que si…-se estaba poniendo colorado.
-¿Remus?
-¿quieressalirconmigo?-lo dijo tan rápido que Helena, aunque supuso lo que había dicho, realmente no lo había entendido. Se quedaron ambos en silencio. Remus bajó la vista y en ese momento Helena dijo:
-¿Sabes?... ¡Sí!

Todo se volvió borroso en el momento en el que Remus levantó la cabeza a la vez que Helena acercaba su cara a la suya.
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¿De verdad que queréis saber más cosas sobre Willow? si es así, puedo adelantar cosas en próximos capítulos, aunque no lo tenía pensado.. P=